Un centro clandestino en Pavón

La Delegación de la Policia Federal en Avellaneda también funcionó como Centro Clandestino de Detención, Tortura y extermino durante la dictadura Militar. El horror en plena en avenida Pavón. El edificio de tres plantas, marrón y oscuro, sólo llama la atención por la garita de seguridad que está integrada a su frente y que denota una dependencia policial. Poco tiempo atrás se tramitaban allí las cédulas de identidad y los pasaportes, pero ya ni siquiera eso. Se trata de la delegación de la Policía Federal en Avellaneda, ubicada en la avenida Hipólito Yirigoyen 1385, donde también funcionó como Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) durante la última dictadura militar, que ejerció el Terrorismo de Estado y dejó un saldo de 30 mil desaparecidos.

Los primeros datos sobre el funcionamiento de un CCDyE en la delegación policial aparecen en el informe realizado por la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas (CONADEP) conocido como Nunca Más y editado en 1984. Ante la misma Conadep, el ex suboficial de inteligencia del Ejército Andrés Francisco Valdez declaró que en diciembre de 1976 la maestra Beatriz Ardito fue llevada a la Delegación Avellaneda de la Policía Federal. Allí el propio Valdez discutió con uno de los policías bonaerenses del equipo personal del general Ramón Camps, el subcomisario Eros Tarela, acerca de quién debía interrogarla. Tarela se cansó de la discusión, sacó su arma y disparó sobre la maestra. Ardito , era profesora en Ciencias de la Educación. Fue secuestrada a los 36 años, el 13 de octubre de 1976 en Moreno 2906 de la Capital Federal dónde vivía.

El matrimonio compuesto por Hebe Mascia y Edmundo Szapiro también fue visto en el lugar. Mascia era maestra y tenía 19 años, fue secuestrada el 15 de septiembre de 1976 en la Capital Federal. Su marido, de 23 años, fue secuestrado el mismo día en el taller donde trabajaba. Juntos, estuvieron detenidos clandestinamente en la Delegación de la Policía Federal en Avellaneda, según testimoniaron algunos sobrevivientes. Otro grupo de víctimas vistas en el lugar y que aún permanecen desaparecidas son Carlos Ochoa, Victoria Borelli, Marta Alonso y Bonifacio Díaz, todos de Monte Grande. Ochoa era delegado gremial del Banco Nación y el resto, trabajadores de la Fábrica Argentina de Porcelanas Armanino. Todos fueron secuestrados el 21 de agosto de 1976 y vistos por los sobrevivientes Eduardo Cora y Gustavo Fernández en ese CCDTyE.

“Se escuchaba, que aparentemente estaba sobre una avenida o una calle muy transitada, porque se escuchaban ruidos bastantes intensos de vehículos y después un avión, me acuerdo que anunciaba un circo en Avellaneda, que sé yo, ahí fue la primera noción que tuvimos de que se trataba de esa zona”, declaró Fernández en los juicios por la Verdad. El hermano de Gustavo Fernández, Carlos, está desaparecido y también pasó por la Delegación de la Policía Federal en Avellaneda. Los hermanos Fernández habían sido secuestrados en Capital el 26 de agosto de 1976.

Carlos Fiorito era vecino de Wilde. Tenía 36 años cuando fue secuestrado de su domicilio de Martinto 42 de la localidad de Wilde, en la madrugada del 6 de abril de 1976. Su hijo de 8 años fue secuestrado junto a él y luego liberado. Años más tarde, el niño declaró que el lugar donde habían llevado al padre era a dos cuadras de la intersección de las avenidas Rivadavia y Pavón, sobre esta última. Es decir al 1300 de Pavón, donde se encuentra la Delegación de la Policía Federal en Avellaneda.

A fines de agosto de 1975 alrededor de una docena de estudiantes fueron detenidos en las instalaciones de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Estos detenidos fueron trasladados a la sede de la Policía Federal en Avellaneda. Los mismos fueron identificados como Marta Cristina Gandia, Mónica Beatriz Jatar, Diana Patricia Carrera, Norberto Oscar Pastorino, Adrián Gustavo Lanfrit, Adriana Noemi Brunacci, Horacio Eduardo Mitidieri, Marta Margarita Mastrangelo, Carmen Rita Castigliero, Mónica Isabel Sarramea y Valentín Daniel Mastrangelo. La policía se incautó de 3.000 panfletos de tinte extremista y otros elementos claves para la acción del terrorismo. Los detenidos afirmaron haber recibido torturas.

A las 23.30 horas del 3 de septiembre de 1975, un comando de la organización Montoneros realizó un atentado con disparos de bazuca contra el frente de la Delegación de la Federal provocando destrozos en el frente y en un local vecino. No hubo víctimas. Se produjo un tiroteo entre los atacantes y las fuerzas policiales, pero no hubo detenidos.

La Delegación de la Policía Federal en Avellaneda había sido denunciada por el senador radical Hipólito Solari Yrigoyen en octubre 1975, ya que allí se aplicaban tormentos a los detenidos. Entre los testimonios presentados por el senador para que se cree una comisión de defensa de los derechos humanos se encuentra el de Norberto Pastorino, detenido junto a su esposa en esa dependencia.

En el mismo informe de la Conadep se sindica como responsable de ese CCDTyE al policía federal, Conrado Adorisio. A este policía también se lo relaciona con el Regimiento III de la Tablada, a cargo de la zona y se identifica a otro represor que cumplió funciones en el lugar: el policía federal Eduardo Luis Sergio, a quien llamaban Turco. Ambos fueron alcanzados por las leyes de impunidad.