LA SASTRERÍA BERGAGLIO

Despedimos a Agustín Osvaldo Bergaglio, titular de la Sastrería Bergaglio, inaugurada en 1923, y cerrada el año pasado. Para homenajearlo publicamos dos notas realizadas en La Voz de Piñeiro, una escrita por el vecino Jorge Emilio Alonso que recorre algo de la vida de uno de los más queridos comerciantes de la localidad.

AGUSTÍN OSVALDO BERGAGLIO,

“PAVADA” DE VIDA

“Viernes 7 de Junio. Día del Periodista. Dando rienda suelta a una actividad que me atrae y que la considero “marginal” como lo son para mi el canto, la escritura de libros, la poesía y algunas otras actividades que vivo en forma apasionada, me encontré frente a quien hace años admiro para, grabador en mano, entrevistarlo. Un verdadero ejemplo de vida en el que me gustaría verme reflejado. Me di el lujo de ingresar a su comercio, como tantas veces lo vengo haciendo, para cargarme de energía vital, ambiente tónico, una usina de luz como yo defino a la sastrería ubicada en Moisés Lebenshon 779 del barrio de Piñeyro, el primer barrio del Gran Buenos Aires para quienes ingresan al conurbano por el Puente Victorino de la Plaza o Velez Sarfield, avenida que lo apoda.

Estaba, como siempre, con poca luz. La iluminación ingresaba por las vidrieras del negocio con casi un siglo de existencia, ya que un radiante sol daba color a una fresca mañana de un agonizante otoño. Adentro, como más arriba dije, la luz se la da la figura de Osvaldo. Por momentos encandila. Cuando le dije que llegaba para hacerle un reportaje, me miró sorprendido y su sonrisa habitual se amplió. Me senté en una silla junto a él, que ocupo la contigua, separados solo por una pequeña mesita redonda cubierta de revistas y diarios como los de un consultorio médico. Al escribir esta nota me doy cuenta que lo es, ya que allí se puede encontrar un espacio saludable.Apoye mi celular en modo grabador sobe las revistas y arranque:¿Nombre Osvaldo Bergaglio cierto?

– “Agustín” respondió.Ah!

¿Osvaldo Agustín Bergaglio?

– “No. Agustín Osvaldo. Agustín era el nombre de mi padre y Rosa el nombre de mi madre”. Primera sorpresa para mí ya que todos lo conocemos como Osvaldo.¿

Edad Agustín Osvaldo?

– “90 años. Nací en 1929”

¿Dónde Osvaldo, en que lugar?

– “Aquí en Piñeyro. En Domínguez 779”

No me di cuenta en ese momento que se estaba refiriendo al lugar en el que estábamos conversando ya que Lebenshon hace 30 años aproximadamente no se llamaba Domínguez. Y así, pregunta va y respuesta viene, se fue llenando de gozo mi alma, como cada vez que me regalo unos minutos sentado en esa silla para cantar junto a su amigo Orlando (84 años) un tango o disfrutar de alguna anécdota que me cuenta cuando aparece Pepito, también de 90 como él y “compañerito” de la primaria.

¿Cuál es el secreto Osvaldo para llegar a esta edad con ese estado físico impecable y esa lucidez?

– “Creo que el secreto está en portarse bien, tratando de no hacer macanas. Ser responsable y tratar a todos con respeto y ayudar a quien necesita una mano. Yo tuve un grupo de grandes amigos que lamentablemente fallecieron jóvenes. Doctores, abogados, grandes personas con los que nos juntábamos para ir a una cantina y otras salidas de amigos. Pero ojo! Amigos ¿eh? Esos que si vos precisas algo ellos te lo consiguen. Porque conocidos hay muchos pero amigos pocos.”Osvaldo resalta la importancia de la amistad y hace que a mí se me mueva toda la estantería ya que es uno de mis valores mas elevados. La entrevista duro 22’ y la debo resumir.

Osvaldo tiene un matrimonio, que no recuerda de cuantos años, con Liliana, con quien se regalaron 2 hijas y hoy disfrutan de una nietita de 9 años. Cuando le pregunto si Liliana fue su primera novia me responde con una sonrisa pícara, “De eso no hablo, Liliana fue la oficial”. Vive desde que contrajo matrimonio en la ciudad de Turdera, distante 15 km del comercio que fundo su padre en 1923 y en el que él, durante su educación primaria, comenzó a desempeñarse como cadete repartiendo prendas. Abre puntualmente el local de lunes a viernes a las 9 y lo cierra a las 19:30 hs. Se toma un descanso de 13 a 15 hs. que utiliza para almorzar y realizar trámites. Los sábados su horario es de 9 a 13 hs. Esto implica recorrer diariamente con su autito de lunes a sábados 30 kms. al volante. ¿Puedo recordarles la edad? ¡90 años! Imposible escucharlo quejarse de algo, duerme 6 horas promedio y se alimenta con responsabilidad. Cuando toma una copita de vino por las noches duerme mejor esas 6 horas. Al medio día no, ya que es feo que un cliente descubra olor a alcohol en su aliento.Algunas de las “pavadas” que según él hace, solo algunas ¿eh? Alcanzarle una silla a la señora que con un bastón espera el colectivo a 40 metros de su local, cerrar el comercio para cocinarle al cieguito indigente que vive en una casilla abandonada a dos cuadras y otras pavadas parecidas ¿vieron?¡Hay Osvaldo! Le digo ¡Que pena que no haya mucha más gente haciendo “pavadas” como Ud. !Me despido con un abrazo. El, simpatizante de Racing y yo, de Independiente. ¿Fresca mañana de un agonizante otoño dije? Perdón. Me equivoque, ¡Cálida y brillante Primavera en Junio!

Nota publicada en La Voz de Piñeiro

Agustín Bergaglio llegó desde Italia a la Argentina allá por el comienzo del siglo XX cuando tenía 12 años. A esa edad, los hijos de los inmigrantes ya acostumbraban trabajar, pues era difícil sostener a una familia en la Argentina de entonces. Y a Agustín le tocó hacerlo en una sastrería. Allí aprendió el oficio que más tarde le permitiría fundar su propio comercio en 1921 y que 86 años después continuaría atendiendo su hijo Osvaldo.S​​

   El primer local estaba en la calle Charlone al 800 en el por esos años próspero barrio de Piñeiro. Dos años después se instalaría definitivamente en Domínguez 779 (hoy Lebensohn) y se convertiría en uno de los más antiguos comercios de Piñeiro.    El espíritu progresista que tenían los inmigrantes hizo que Osvaldo comenzará a trabajar con su padre, cuando volvía de la escuela. Primero como cadete y luego en los diferentes temas relacionados con la confección de los trajes.

 Domínguez era comparada con la calle Florida por la cantidad de locales y de gente que transitaba por la misma. Había varias sastrerías, entre ellas Casa López y Casa Rayada, todas trabajaban bien y contaban con varios empleados. «Acá trabajábamos siete personas», recuerda Osvaldo y compara: «Hoy hay muy poca mano de obra calificada en este rubro por eso se tarda más en hacer un traje a medida». Los tiempos modernos son símbolo de inmediatez y el traje a medida ha caído frente a los trajes producidos en los talleres a gran escala. Sin embargo, Bergaglio sostiene que las ventas han aumentado porque el precio es el mismo. «Hemos tenido que bajar el costo de la mano de obra», agrega.

   Agustín Bergaglio participó activamente en las entidades gremiales  e instituciones de la zona. Integró el Centro de Comerciantes de Piñeiro y la Asociación Patronal de Sastrerías de Avellaneda, que tenía su sede en Piñeiro. En 1965 fue presidente del Club Sol Argentino.   «Tenemos clientes de toda la vida, obviamente con el tiempo la clientela ha mermado. A Alfredo Lema, mi papá le hizo el primer pantalón largo», recuerda Bergaglio.

   A la hora de encontrar los motivos de la actual crisis, Osvaldo le apunta a la inflación de 1989 y a las nuevas formas de vestir. «Se venden más cosas sport y además ya no se usan tantos trajes, menos en los barrios como este», asegura Bergaglio, mientras atiende a un cliente de esos que todavía aprecian un buen traje a medida.