Más conocido como Napoleón, Rafael Barone tiene 87 años vividos en el barrio de Piñeiro. Es dueño de una memoria privilegiada para nombres, lugares y anécdotas. Una entrevista realizada en agosto de 2012 para la versión de papel de La Voz de Piñeiro. La historia viva de la localidad.
¿Cómo llega su familia al barrio de Piñeiro?
Mi abuela fue la primera de la familia en llegar a Piñeiro en 1902. Vivió en el conventillo de Fraga y Díaz, en la esquina había un conventillo grandísimo. Venían a parar muchos inmigrantes que traía la cristalería Papini para la fábrica de vidrio que estaba en el enchapado cerca del puente Bosch. Eran todos italianos que manejaban el vidrio en esa época. Al lado de ese edificio había una cantina y en la esquina un conventillo muy grande, donde se filmó la película Mateo. Había muchas habitaciones. Los primeros que vivieron fueron a vivir a Fraga y Díaz. Enfrente, donde ahora está el Boiro había un boliche con cancha de bochas, que era de un tal Cerioti. En este conventillo nació mi papá. Después nos mudamos sobre Díaz hasta que mi familia allá por el año 50 compró en Rosetti y Díaz que era el conventillo de Mangia Morti que a su vez también era el dueño del otro conventillo y de otros en la zona. No me acuerdo el nombre del dueño. Me acuerdo que vivía en Barracas y que tenía un problema bárbaro porque no podía llegar a las 100 propiedades, tenía 99 porque en esa época no estaba permitido tener 100.
¿En ese conventillo vivió algún personaje?
Vivió el que fue el primer intendente peronista de Avellaneda, Aníbal Villaflor. Ahí hacían reuniones con Cipriano Reyes. Yo siempre dije que de ahí salió el 17 de octubre. Yo tenía 12 años y crucé el puente del ferrocarril. Hacía mucho calor. Entonces los chicos de 12 años eran más despiertos, a los 6 o 7 años ya te tenías que salir a rebuscar la vida. A los 12 años yo ya trabajaba con una libreta que decía que tenía 14 años. Trabajaba en Papini que después fue Cristalux sobre Pavón. A la misma edad mi papá entró en La Negra.¿Donde trabajaba esa gente que vivía en los conventillos?En Tamet trabajaba mucha gente, en La Negra, en Campomar que estaba en Pavón y Mitre. Piñeiro era muy fuerte. Por Pavón pasaba el tranvía y Lebensonh era toda adoquinada. En Pagola y Domínguez estaba la casa Rayada, La Juventud, había un bazar, en el triángulo estaba la Casa López. Era una romería de gente. Ahí compraban los trabajadores. Los comerciantes eran la clase media, los que más guita tenían. Bares había un montón. El Campeón en Pagola y Domínguez. En la calle García había trece negocios, bares y fondas, almacenes. De 11 a 13 horas paraban las fábricas y los trabajadores salían a comer. Se trabajaba en dos y tres turnos. La primera conquista del obrero fue el sábado inglés. Había bares en casi todas las esquinas y a mitad de cuadra también había muchos lituanos y polacos que abrían fondas y ofrecían sus comidas. En Díaz y García había una fonda muy grande de los lituanos.
¿Cómo era la situación laboral antes de 1945?
Mi abuelo me contaba que en La Negra la gente se juntaba en la puerta y venía el capataz y te llamaba con el dedo. Trabajaban los chicos con libretas falsificadas. Ningunos de los 11 hermanos de la familia de mi viejo sabían leer ni escribir porque había que salir a trabajar. Los vecinos iban a buscar cosas a la quinta de Pereira Iraola que quedaba frente al Riachuelo entre los puentes Bosch y Victorino de la Plaza. La gente venía luchando ya con el anarquismo. Recuerdo que en 1931 se hizo la primera huelga de transporte en la zona. Un amigo de mi papá anarquista mató a dos cosacos y se escapó. Estuvo escondido durante dos años. Cuando volvió una noche lo agarró la policía, lo colgaron boca abajo, le dieron dos tablazos y le dijeron: “ahora sí andá”. Le arruinaron los pulmones y murió de tuberculosis. En esa época no había cura. Sánchez se llamaba vivía en la esquina de Rosetti y Aldecoa. Había varios dirigentes anarquistas. Humberto Correale vivía a 100 metros de casa en Rosetti y Gúifra, frente a Regatas. Estaba Emilio Aboy y había un club en la calle Díaz que se llamaba 25 de mayo y ellos estaban ahí. Allí falsificaban plata y también ahí juntaban plata para mandar a para los anarquistas de la Guerra Civil Española. Este era un barrio anarquista. Los que no eran anarquistas por lo menos no eran botones, porque si había problemas ocultaban a los perseguidos.
Había carnavales en la zona en esta época?
Se hacían sobre la calle Fraga, los organizaba el curtiembrero Angel Persano que era concejal conservador. También había un escribano Najurieta que era conservador. Los conservadores se juntaban en el Centro de Comerciantes. Hay una anécdota de Barceló que me contaba mi papá. Todos los domingos Alberto Barceló estaba en la Plaza Alsina y repartía plata, dos o cinco pesos. Un día había un anarquista que le estaba diciendo de todo y uno de los guardaespaldas le dice a Barceló: “le hago la boleta”. Barceló le responde: no, dejalo que tiene buenos pensamientos. Los corsos eran divertidos, se formaban las murgas que iban por las calles del barrio. La gente estaba en la puerta tomando mate. Tiraban papel picado y serpentinas, había que tener habilidad para tirar las serpentinas. También había carrozas, salían de Pienovi. Los vecinos se disfrazaban. Las murgas usaban los trajes de tela arpillera. Para la década del 40 dejan de hacerse y se pasan los corsos para la avenida Galicia.
¿Había muchos clubes en la zona?
Voy a nombrar tres. El Club Paraná, El Progresista, Jorge Newbery. Hubo varios boxeadores que salieron del Newbery. Mi papá traía orquestas a Avellaneda. Antes la gente no cruzaba el puente si no tenía conocimiento. Mi papá siempre quería traer a la orquesta de Francisco Canaro y este no quería. Mi papá era amigo de Di Marco y de Troncoso, dos boxeadores de la zona. Como a Canaro le gustaba el boxeo, al final lo fue a ver con estos dos boxeadores y Canaro aceptó. El Club Jorge Newbery estaba sobre la calle Gorrtiti entre Giribone y Aldecoa. El inmueble está igual. Se entrenaban boxeadores y se organizaban grandes peleas.Los sábados y domingos iban los fotógrafos a la plaza de Rivadavia y por una monedita la gente se sacaba fotos. Quién no se sacó una foto en lo de Mazzini. A los seis años iba al parque de la Sociedad de Fomento Francisco Pienovi que estaba en Güifra. Había hamacas, pasamanos, tobogán. Había grandes jugadores de básquet en Pienovi que después jugaron en independiente. Antonio Sastre nació en la calle Aldecoa y después se fue para la avenida Galicia.
¿Cómo era la infancia en Piñeiro?
Nadábamos en el Riachuelo. A los 12 años me tiraron en el Riachuelo y me dijeron nada. Cuando yo digo que hasta el 50 se nadaba en el Riachuelo nadie me cree. En esa época cuando venía la creciente el agua estaba limpia y cuando bajaba estaba sucia. Esa zona pertenecía a la prefectura que a veces nos corría. Como nos bañábamos desnudos cruzábamos corriendo por Regatas donde estaban jugando al tenis las mujeres, las niñas bien, se tapaban los ojos. A Regatas le decíamos la isla de Barceló. Sólo se podía entrar en bote. Tengo recuerdos de mi abuelo que fabricaba y vendía helados por la zona. En todas las casas del barrio había un árbol frutal. Con los chicos íbamos a comer frutas. Teníamos un recorrido. Mucha gente también tenía gallinero. En una época en La Negra daban las cabezas de las vacas.Y durante la juventud qué hacía?Los sábados y domingos íbamos a bailar a Quilmes colados en el tranvía. Acá íbamos al Paraná y lunes miércoles y viernes a aprender a bailar entre los compañeros. Los bailes terminaban temprano a las 23 o a las 24.Ochenta años no es nada, pasan volando.Yo fui a la escuela 14. Es una lástima lo que hicieron con el casco de la estancia en el 50. El Mono Gatica fue a esa escuela, él nació en la cortada que había en Aldecoa y Rosetti. Tengo una anécdota de Gatica, una vez salió en la tapa del diario y le pregunto al diariero que decía el diario. En esa época se entraba a la escuela a los 8 o 9 años, muchos chicos a esa edad estaban trabajando.No se conocían los robos, las puertas estaban todas abiertas. Muchos no sabían leer ni escribir pero había códigos. A los 10 años ya estaban aprendiendo oficios, en la tornería, en la carpintería
.Qué otra cosas te molesta de lo que le hicieron al barrio?
Cerraron el enchapado. Que era la parte de Rosetti que sale a Bosch. Ahí cuentan que a principios de siglo tiraban los cadáveres de los problemas entre los guapos conservadores. En una época vivían 6 o 7 linyeras que vivían ahí y no se metían con nadie. Recuerdo que un polaco que se quedó cuando vino el circo Sarrasani. Le tiraban una moneda y el polaco la agarraba con la boca cabeza abajo. Había otro croto que era inglés, al que vino a buscar uno de los gerentes de La Negra que también era inglés. Cuando le preguntaron por qué lo venía buscar contestó que lo le gustaba ver su bandera tirada. Me pareció un buen gesto. Esa historia me quedó grabada.
¿Cómo se vivió durante la última dictadura en Piñeiro?
En esa época yo tomaba mucho. Una vuelta estuve un mes y medio preso sin que me dieran entrada. Estaba en la 24 de Capital y había un pibe recién ascendido, le decían el alemán. Yo estaba preso con un gallego, un hombre grande que había estado en la Guerra Civil Española. El milico lo apura y lo amenaza con pegarle un bife. El gallego lo mira y le dice: “mirá que te voy a tener miedo a vos, otario, yo estuve en la GUerra Civil. Ahora me hace reír esa historia. Después estuve preso acá en la segunda que estaba en Rivadavia cuando mataron a esa gente 1977. Yo los vi a todos. No recuerdo bien la fecha, insisto que tomaba mucho. Recuerdo que los entraron esposados, los hombres estaban barbudos. Había unas 8 personas. Nos sacaron a todos los que estábamos presos y vaciaron la comisaría. Después en la esquina de mi casa los fusilaron. Yo sentí cuando una de las chicas grita: tiren hijos de puta que las van a pagar”. El que mandaba era joven tendría unos 23 o 24 años.FuI desertor de la colimba. A mí me gusta más la libertad que comer. Aunque no tenga un mango en el bolsillo me gusta la democracia. Ser libre de pensamiento, de palabra, de poder mandar al carajo a alguno. Yo la libertad la quiero y la sigo disfrutando. Yo me crié en un barrio así, la cultura era así. No sé si soy anarquista. No sé lo que soy, me gusta la libertad, la bohemia.
Cómo era el ambiente de las drogas?
Te vendían tres o cuatro kilos de cocaína en la farmacia. Yo consumía, esa era buena de verdad. La manzanita. Consumían los cafiolos, los que levantaban juego, las orquestas de tango también. Era poca gente, un puñadito nada más. En la farmacia la tenían como medicina. En la farmacia también había opio y morfina. Yo tengo muchas entradas por contrabando y todas esas cosas. Me acuerdo que una vez estaba preso con un doctor, un muchacho de Bolivia. Eran los años sesenta. Él era morfinero y cayó por falsificar una receta. Cuando estuvo preso la cosa se puso tan densa que el comisario tuvo que comprar morfina para darle.Tuve un amigo que era de la resistencia peronista. Se llamaba Hugo Andina Lizarraga y era de Mataderos. Yo lo conocí en Neuquén en el año 1959 en un bar. En esa época en Neuquén no había nada. Yo estaba sentado y lo llamé. Vino y me dijo estoy con hambre y estoy fugado. Me lo dijo directamente. Lo invité a comer. Al otro día me pide que vaya a chequear una dirección. Más tarde me pide que lo acompañe. En esa reunión estaba Hugo del Carril y Sapag. Estuvimos como un mes en Neuquén. Una vez que se fue perdí el contacto hasta que en 1960 lo encontré nuevamente. Ahí nos hicimos amigos y estuvo viviendo en mi casa. Él estuvo preso en varios lugares. Él estaba en cana cuando Héctor Cámpora indultó a los presos políticos en 1973. Era un muy buen tipo. Era piloto de la Marina y en 1955 pasó a la resistencia. Fue uno de los organizadores de la resistencia. Yo fui a visitarlo a Tucuman en 1976 y estaba organizando ahí. Era un tipo que nunca bajaba la guardia. Le gustaba cantar la marcha peronista. Lo hacía en la Salada que en ese entonces era un balneario. Empezaba a cantar la marcha y de a uno se iban sumando todos a cantar la marcha. Era un acto de resistencia.