FOTO Y NOTA (AÑO 2006).
Fundado el 1° de septiembre de 1936, en el edificio de la calle Lebensohn 859, que el señor Alfredo Tetamanti donó para tal fin, y en donde hasta el día de hoy se encuentran sus instalaciones, el Club Social y Deportivo Sol Argentino, ingresa a su séptima década de vida totalmente revitalizado y rescatado del olvido y abandono que sufrió durante 10 largos años.
En la pujante Argentina de principios de siglo XX, formada en base a los millones de inmigrantes que llegaban en barco desde todas partes del mundo, la creación de clubes, sociedades de fomento, centros culturales y de cualquier otro ámbito propicio para la socialización y la recreación era moneda corriente. Así fue como un grupo de vecinos de Piñeiro decidieron crear su propio club y optaron por la pelota a paleta como su deporte principal. Aprovechando la generosidad de Alfredo Tetamanti, quién donó el edificio, construyeron con sus propias manos la cancha de pelota a paleta que durante décadas vio jugar a generaciones enteras de vecinos. Según los estatutos, a la hora de encarar la creación del club, los socios fundadores lo hicieron con el objetivo de acercarse a la comunidad, desarrollar actividades culturales y sociales y practicar deportes.
Con el paso de los años la participación y el número de socios disminuyó notablemente hasta que en el año 1995, el club cerró sus puertas. Debieron pasar 10 años para un grupo de jóvenes amigos redescubriera y recuperara a la institución.
Walter Rodríguez, Marcelo Cárdenas y Fabián Cruz, jugadores federados de tenis de mesa, fueron los encargados de la tarea. En el 2005 convirtieron la vieja cancha de pelota a paleta en salón de tenis de mesa. La vieja institución acuso está transfusión de sangre nueva y joven y rápidamente se llenó de gente, movimiento y actividades. En un año ya cuentan con 88 socios y los competidores que representan al club en torneos amateur se han alzado con varios triunfos. El club está abierto de lunes a viernes de 19 a 22:30 horas. Y cuenta con entrenadores de la talla de Diego Temperley y Gabriel Levisman, muy reconocidos en el ambiente del tenis de mesa.
Otro logro que los nuevos emprendedores muestran con orgullo es que recientemente el club fue designado por las autoridades municipales como delegado de la zona de Piñeiro ante la comisión de Cultura y Deportes. Dicen además esperar con los brazos abiertos a cualquier persona que se quiera acercar, asociar, jugar o simplemente conocer el club.
En la fiesta de aniversario se los veía felices junto a sus familias. Es que celebraban que gracias a su emprendimiento este tradicional club de Piñeiro halla sido recuperado justo a tiempo para soplar las 70 velitas con una vitalidad y energía renovadas, muy parecida a la que seguramente le imprimieron los socios fundadores en los ya lejanos años 30´.
Ariel Cortez