Muchos afirman que las situaciones límite afloran lo mejor y lo peor de cada persona. En el marco del distanciamiento social preventivo y obligatorio, algunos eligieron abarrotar sus changos de supermercado con más productos de los que pueden consumir, otros suben los precios para aumentar sus ganancias. Sin embargo, hay personas que son imprescindibles y en estos momentos se destacan por su solidaridad. Es el caso de Georgina Cermelo y Martín Garbagnatti, una pareja de vecinos de la localidad de Piñeiro, que en el marco de esta crisis pusieron manos a la obra y todos los días preparan una vianda de comida que entregan entre las 19 y las 21 horas a las vecinas y vecinos que no pueden garantizar su comida.Georgina y Martín viven en el barrio de Villa Castellino, en Mario Bravo 1366. La única condición es acerarse con un tapper y tapabocas para retirar una porción de comida para cada integrante de la familia. “Esto es nuevo para mí, soy una convencida de que en tiempos duros (como lo es una pandemia), con sus coletazos tanto económicos como sociales, no podemos mirar hacia un costado y es la solidaridad lo que nos va a salvar de esta delicada situación”, aseguró Georgina en sus redes sociales. “No me sobra al igual que a muchos que habitan este barrio, pero se, que con un granito de arena se puede cambiar la realidad de muchos. O al menos suavizarla. Recibí muchas críticas como así también palabras de aliento. Pero esto, que vengo pensando hace mucho, esta sensación de poder ayudar me da la fuerza necesaria para ir al frente con todo”, afirma Georgina, que además se recibió de chef en 2019. “El mayor virus es no ayudar en momentos como este”, afirma Georgina en conversación con La Voz de Piñeiro.Por supuesto, que es imposible hacer esto solos, cuentan con el apoyo de vecinos y vecinas que acercan los productos que son elaborados por esta pareja solidaria. Para donar mercadería hay que comunicarse al 1140702561 y combinar con ellos como entregar la mercadería. Estoy muy emocionada por la colaboración de la gente, traen aunque sea una latita de choclo o un paquete de fideos”, cuenta feliz por su aporte.“Vienen con mucha vergüenza, pero la necesidad es más fuerte”, dice Georgina que asegura además que va a continuar con la tarea hasta que termine la crisis. Arrancaron con la entrega de viandas, el 15 de abril. Ese día fueron dos familias, pero ayer jueves 16 fueron 10 familias a buscar las viandas para 34 personas.Georgina y Martín tienen dos hijos chicos, con la iniciativa solidaria reparten el tiempo entre la crianza, la recepción de mercadería que les donan, la cocina de los alimentos, el reparto, el manejo de las redes sociales y, por supuesto, la crianza de los niños. Ambos son trabajadores independientes, viven de su reparto de artículos de limpieza. Como dicen no les sobra nada, excepto solidaridad.
Una pareja de vecinos entregan viandas a quienes las necesitan: “El mayor virus es no ayudar en momentos como este”
