EL ARCHIVO GENERAL DE EXPLORACIONES DE YPF EN PIÑEIRO

NOTA REALIZADA EN 2012

Piñeiro al fondo, a metros del Riachuelo y pegadita al Club Regatas de Avellaneda, allí, donde no todos los vecinos llegan, existe una planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Son 12 mil metros cuadrados ubicados entre las calles Rosetti, Oliden, García y el camino de sirga sobre el Riachuelo en los que funciona el Archivo General de Exploración de la ex Repsol YPF. Trabajan allí 23 empleados, muchos de ellos ya lo hacían antes de la privatización en los años noventa. En el lugar se conserva documentación y materiales de las explo-raciones de suelo realizadas por la empresa en todo el país desde 1907. Allí petroleras de todo el país solicitan las muestras de suelo que luego permiten saber con qué herramientas y materiales se deben hacer las perforaciones para extraer los recursos naturales.


La Voz de Piñeiro entrevistó a tres trabajadores de la planta a pocos días de que se transformara en Ley la recuperación del 51 por ciento de las acciones por parte del Estado Nacional. Luis Stilo, Víctor Rivas y Susana Harfouch fueron empleados de YPF y hoy prestan servicios en la misma a través de una empresa tercerizada, una modalidad impuesta durante el proceso privatizador.
«Este archivo es de vital importancia para la empresa, ya sea estatal, privada o mixta», dice Luis Stilo. En el archivo hay muestras e informes geológicos sobre alrededor de 50 mil perforaciones. Según dicen, cada perforación para tomar una muestra de suelo tiene un valor cercano a los tres millones de dólares. Las muestras siempre están vigentes, ya que lo que cambia es la tecnología no el subsuelo y su composición.
A principios del siglo XX, la planta era un depósito de combustible a orillas del Riachuelo de una empresa extranjera que pasó a manos del Estado con la nacionalización de mediados de la década del 40. Luego, perteneció al Distrito Marino y desde allí se dirigían las operaciones de un barco de YPF dedicado a la exploración de la plataforma submarina en busca de petróleo. Tiempos de pujanza.
«Si bien las primeras consecuencias de la privatización de YPF se hicieron visibles en el norte y sur del territorio, las tragedias individuales ocurrieron en todo el país», afirma Rivas
La opinión pública se manifestó a favor de las privatizaciones. Es que fueron años de discursos y propaganda en los que se afirmaba que las empresas estatales eran siempre un gasto. «YPF nunca dio pérdidas. Ahora si el Estado pedía un crédito, ponía como garantía a YPF y después no pagaba, era YPF la que salía a cubrir la deuda. Así el balance daba negativo. SEGBA, por ejemplo, nunca pagó completamente el combustible que usaba para las centrales termoeléctricas», asegura Rivas.
Detrás de la privatización hay miles de historias personales, de situaciones individuales , muchas veces trágicas. «Yo tenía un compañero que fue despedido, pero todos los días salía de la casa e iba hasta YPF, se sentaba durante 8 horas y luego volvía a su casa. No le había podido contar a nadie de su familia que lo habían echado», cuenta Stilo.
«Otro muchacho fue despedido en el 99 y abrió un taller mecánico, pasó muy poco tiempo hasta la crisis de 2001. Finalmente se ahorcó en el taller», recuerda Rivas.
Para estos trabajadores de YPF el futuro es promisorio para la soberanía energética de la Argentina «La recuperación de YPF es fundacional de la nueva estructura del siglo XXI de la Argentina», Rvas. «Para nosotros fue una gran alegría, hubo llantos y todo», asegura Stilo.

Acerca de Hernán Bravo

Director y fundador del periódico La Voz de Piñeiro desde 2003. Técnico superior en Periodismo egresado de TEA en 1998.

Ver todas las entradas de Hernán Bravo →

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *