La principal plaza de Piñeiro tiene una historia anterior a su inauguración el 5 de octubre de 1940 cuando se la inauguró y bautizó como Marcelino Ugarte, aunque los vecinos siempre la llamaron la placita de Rivadavia, por su ubicación sobre la avenida del mismo nombre.
La primer mención sobre la necesidad de una plaza para la localidad de Piñeiro es de 1923 cuando desde la revista del Centro de Comerciantes y Propietarios de Piñeiro se solicita una plaza en el relleno del cauce de la Isla Pereyra Iraola. Incluso, el concejal socialista y vecino de Piñeiro José Palmeiro presenta un proyecto. Los terrenos que finalmente serán usados por el Club Regatas.
El reclamo de la plaza se realiza constantemente a través de las páginas de La Revista Comercial. En septiembre de 1933 por primera vez se sugiere concretar la plaza en la Quinta de Molinas, ubicada donde hoy se encuentra la plaza. Una comisión del Centro de Comerciantes se reúne en enero de 1936 con el intendente Alberto Barceló para solicitar la plaza. La misma comisión se reúne con el propietario del terreno de la Quinta de Molinas, el señor Adolfo Pages, cuyas aspiraciones económicas fueron consideradas desmedidas.
Para 1939 se da a conocer el remate por lotes de la Quinta de Molinas, lo que pone en peligro el sueño de la plaza para el barrio, ya que este era uno de los pocos espacios donde podía instalarse. Se comienza a juntar firmas, que son entregadas al intendente Barceló, quien encomienda al señor Pedro Fiorito, para que gestione la compra del terreno. En diciembre, La Voz del Comercio informa que Piñeiro tendrá su plaza.
1940 será el año clave. En Enero el Concejo Deliberante aprueba la compra de los terrenos, que serán escriturados a favor de la ciudad en el mes de julio. En octubre, por fin será inaugurada con el nombre de Manuel Ugarte la primera plaza pública de Piñeiro. El 9 de julio 1941 se inaugura el primer Jardin de Infantes Municipal en la plaza y en 1943 se expropian los terrenos para ampliarla.
En junio de 1944, el Comisionado Municipal Gustavo Vignardel propone cambiar el nombre de la plaza y ponerle General San Martín. En septiembre de 1947, es el Centro de Comerciantes de Piñeiro el que propone cambiar el nombre por el de Bernardino Rivadavia. Ninguna de las ideas prosperó y mantuvo el nombre del político conservador que fue entre otras cosas dos veces gobernador de la provincia, antes de fallecer en 1929.
Esta es una pequeña parte de la historia de un lugar con muchas historias más