CORONAVIRUS EN AVELLANEDA: DE PRIMERA MANO Y EN LA PRIMERA LÍNEA

Texto: Hernán Bravo, Fotografías: Analía Calderón Reyes

De forma exclusiva La Voz de Piñeiro entrevistó a una de las enfermeras de la guardia  del Hospital Fiorito de Avellaneda. Vecina de Villa Castellino, Beatriz Coelho cuenta en primera persona cómo viven los trabajadores y las trabajadoras de la salud la pandemia producida por el Covid-19. La historia de vida y de esfuerzo personal de una mujer que a pesar de todo cumplió sus objetivos

La voz de Beatriz Coelho refleja un gran cansancio. Son las 10 de la noche de un jueves de julio y ya hace unas tres horas desde que regresó a su casa en el barrio de Villa Castellino, en la localidad de Piñeiro del populoso Partido de Avellaneda. No siempre es así y en los últimos cuatro meses aún menos. Esta licenciada en Enfermería, que araña los 50 años, está en la primera línea de la guerra contra el enemigo invisible como denominó la Organización Mundial de la Salud (OMS) al Covid-19. El virus es invisible pero ya desde hace un tiempo abarrota de pacientes la guardia del Hospital Interzonal General de  Agudos Pedro Fiorito del Partido de Avellaneda donde se desempeña esta trabajadora de la salud.

Hace 6 años que Betty como la llaman sus amigos y compañeros  ingresó a trabajar en el principal nosocomio de la ciudad y desde hace un año  que presta funciones de enfermería en el área de  emergentología, lo que todos conocemos como la guardia.  De lunes a viernes poco antes del mediodía sale con su auto desde su barrio el Fortín hasta el hospital donde pasa seis horas diarias. Si bien el trabajo en las guardias de un hospital es duro, Betty  jamás imaginó que iba a vivir un momento como este que está atravesando. “Hoy despedimos a un compañero que falleció de Covid, son tiempos difíciles”, cuenta Coelho. Se refiere al enfermero Martín Ramos que trabajaba en el hospital desde hacía 30 años.

 El servicio de emergentología es el área a cargo de recibir los ingresos de pacientes vinculados al Coronavirus. Allí se realizan los hisopados de los casos sospechosos, se tratan a los casos positivos y se asisten a los pacientes  portadores que se descompensan y tienen que ser internados. En síntesis, durante las 6 horas que pasa en el hospital convive con el virus que azota al mundo. “Nos toca estar en la primera línea, desde que empezó la pandemia en abril se contagiaron muchísimos compañeros de trabajo de otros sectores, pero en la guardia no lo contrajo nadie”, afirma Betty. Si falta algún compañero, Coelho lo tiene que reemplazar por lo que a veces el trabajo se estira otras 6 horas.

La clave para que el personal de salud no se contagie  está en la correcta desinfección y la correcta utilización de los equipos de protección. Nada sencillo para la vorágine de los tiempos que corren. “El arte está en sacarse los equipos de protección, en seguir el protocolo establecido, igual nos lo vamos a agarrar todos”, dice algo pesimista. No le faltan razones. Sin estadísticas en la mano, pero con el conocimiento empírico de lo que se vive por estos días en el centro de salud. “Todos los profesionales de la salud sabíamos que esto es una enfermedad atípica y que los casos se iban a incrementar, pero no de la manera que lo está haciendo”, esgrime.

Los datos oficiales alientan ese pesimismo. El primero de abril, a los pocos días del inicio del Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio, Avellaneda tenía sólo seis infectados de Coronavirus y  ningún  deceso a causa de la enfermedad. Al cierre de esta nota la ciudad tenía casi 9 mil casos positivos y cerca de 200 fallecidos.

“Muchos pacientes se van y luego regresan  al empeorar sus  síntomas. Cuando hay una baja oxigenación de la sangre tenemos que intubar y  ahí comienza el problema porque no sabemos si van a alcanzar los respiradores. Es una situación de mucho estrés para nosotros.  Los pacientes también pasan una situación de estrés, tampoco pueden ver a los familiares ni los pueden acompañar. Sobre todo porque nos damos cuenta de nuestra propia mortalidad. Queremos prestar los mejores cuidados pero a la vez tememos que protegernos para no llevar el virus a nuestras casas y contagiarnos nosotros”, describe Coelho de un tirón.

“Todavía no hemos visto lo peor, siempre estamos hablando a nivel global. Es importante estar preparados para cualquier crisis. Volvemos a nuestras familias, manteniendo la distancia física durante el trayecto, nos preguntamos muchas veces si llevamos al coronavirus en la ropa en la piel. En casa limpiamos las suelas de los zapatos con cloro, nos bañamos, nos cambiamos la ropa y recién ahí podemos abrazar a nuestros seres queridos”, cuenta Betty y agrega: “Muchas veces nos quedan marcas en el rostro por la mascarilla y las manos resecas de tanto lavarlas y del alcohol en gel”, agrega Beatriz.

TODO LOS CAMINOS CONDUCEN A GERMANA

Todo fue un poco precoz en la vida de Betty. Abandonó  de muy joven la casa familiar para formar su propia familia. A los  17 años se casó y se instaló en la casa  que compró en el barrio El Fortín a junto a su primer marido. A los dos años nació Romina y cinco años después, Nicolás.  Tras su separación se quedó en el barrio sin trabajo y con los dos chicos a cargo. Vendrían tiempos difíciles, corrían los años noventa y faltaba el trabajo. Por conocidos, Betty accedió a un plan social de los que se denominaban  jefes de familia. “Me permitió no cagarme de hambre en  esos tiempos, pude salir del pozo en el que estaba. Hoy muchos reniegan de los planes pero yo con eso pude progresar”, cuenta.

Sus primeros trabajos fueron cuidando ancianos como auxiliar de enfermería. Y fue una mujer bajo su cuidado quien la motivó a seguir el camino de la salud. Germana López había nacido en 1914 y vivía Piñeiro en el mismo pasillo en el que Betty había vivido desde niña. Beatriz pasó 10 años con López a su cuidado. Pero Germana que era enfermera diplomada fue insistente para que Betty iniciara estudios en enfermería y se recibiera. Germana le aseguraba que  ese esfuerzo luego tenía recompensa. “Yo había hecho el curso de auxiliar, pero era sólo eso, un curso”, relata Coelho.

 Germana que vivía en frente a la Escuela Primaria N° 53  de Villa Castellino le permitía durante el horario de trabajo cruzar a buscar a los hijos a la escuela y darles de comer en la casa. Con  Germana como pilar, Betty terminó el secundario y comenzó la carrera de enfermería. López murió antes de que Betty se recibiera. Otro viejo vecino del barrio se cruzó en su camino, Danielo De Maio, un ex empresario de la zona que también le facilitó las cosas para que Coelho pudiera obtener su título. “A Danielo lo cuidaba por las noches y los chicos estaban más grandes y aproveché para terminar los estudios”, cuenta Betty

Cuando tomó la decisión de estudiar para hacer la cerrera de enfermería, le faltaban unas materias para terminar el último año del secundario. Así que decidió hacer todo el secundario para adultos, temía no recordar los primeros años, muy lejos había quedado ese último año de colegio abandonado a los 17. Se recibió con el mejor promedio y fue corriendo a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) frente a la plaza Alsina del centro de Avellaneda. Dio el examen de ingreso y pudo hacer becada los tres años de la tecnicatura en enfermería. Y fue por más e hizo la licenciatura que demoró dos años más. Siempre con los mejores promedios y mucho esfuerzo personal.

En 2011, con la carrera terminada y con el título casi en la mano, Betty ingresó a trabajar por seis meses al Sanatorio Itoiz de Avellaneda con la promesa de ser contratada una vez que el título fuera impreso. El papel llegó a los ocho meses cuando el contrato ya había finalizado. ¿Casualidad o planificación? Cada seis meses el sanatorio cuenta con flamantes profesionales y no establece relación laboral. Por su parte, las enfermeras y los enfermeros recién recibidos adquieren, por lo menos, experiencia laboral.

Tras su paso por el Itoiz y ya matriculada, Coelho comenzó su trajín laboral en el sistema sanitario. Trabajó en Unidades Sanitarias del municipio, en el sanatorio de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y en otra clínica privada. Llegó a tener tres trabajos hasta recalar en el Hospital Fiorito donde eligió quedarse de manera definitiva mientras renunciaba a los otros tres trabajos, pues se  consideraba afortunada y satisfecha con la situación.

Al mismo tiempo se agrandaba la familia. Romina, su hija mayor fue mamá de Thiago. Poco antes, Beatriz había conocido en un operativo de salud realizado en su barrio El Fortín al médico Néstor Jara, profesional de la Unidad Sanitaria de Villa Castellino, con quien se casó tras un breve noviazgo.

CRECEN LA PANDEMIA Y EL CANSANCIO PERO SE AVIZORA EL FINAL

Son las 20 horas del domingo 17 de agosto. Beatriz tuvo una semana de licencia para juntar fuerzas y seguir combatiendo en la primera línea. Se apresta para volver. Los casos aumentan sin parar y el Fiorito ya no tiene lugar. También hubo buenas noticias. Se anunciaron varias vacunas pero que demoraran en llegar. Mientras tanto el virus sigue avanzando y el Aislamiento Social se acorta. El panorama promete unos meses más de intensa actividad en las guardias.

Según declaraciones  del Jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, realizadas el 14 de agosto, hay 35 trabajadores de la salud fallecidos en la provincia. La cantidad de contagios entre el personal sanitario no es precisa. Con esta situación, un sector de la ciudadanía se manifestó en las calles con un sinnúmero de reclamos, entre ellos ponerle fin al aislamiento social.

“La anticuarentena es producto  de la ignorancia de la gente. Es difícil de entender que gente con cierto nivel de educación opine de esa forma. Los manifestantes que consideran al aislamiento por el coronavirus como una violación a sus derechos constitucionales y libertades  lo hacen por un fanatismo ideológico”, interpreta Beatriz y agrega: “Los invitaría a participar de un solo día en el hospital así al  culminar la guardia se dan cuenta del error que  cometen al pensar que el covid-19 es mentira”.

“En materia de salud, las cosas se están haciendo bien. Alberto Fernández abrió el paraguas con el tiempo suficiente y por eso no hay tantos fallecidos y el sistema sanitario resistió hasta el momento”, asegura Coelho. Acerca de los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri asegura que “se realizaron mejoras en la estructura edilicia casi en su totalidad pero los insumos y recursos humanos nunca llegaron”.

El personal de salud, además, muestra ya síntomas de cansancio tras meses de una tensa tarea. No hay vacaciones ni francos. Beatriz ya regresó a su labor, es su segundo día al regreso. “La gente se amontona en la guardia, quiere hisoparse porque estuvo el fin de semana con alguien que dio positivo.  No paramos de hisopar llevar las muestras a virología”, cuenta Coelho. En el laboratorio del Fiorito se realizan los estudios del Covid-19 que demoran entre 24 y 48 horas. “Son guardias agotadoras, como casi todos los días lejos de  amainar se acrecienta.

El futuro cercano avizora un crecimiento de los contagios, sin embargo, esta vez si hay una luz al final del túnel: la vacuna. Todo es cuestión de tiempo, pero sobre todo de paciencia para que la pesadilla termine y todos podamos volver a la normalidad, incluso Betty, a esa tan agitada que implica trabajar en la guardia de un hospital público.

Acerca de Hernán Bravo

Director y fundador del periódico La Voz de Piñeiro desde 2003. Técnico superior en Periodismo egresado de TEA en 1998.

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5 comentarios en «CORONAVIRUS EN AVELLANEDA: DE PRIMERA MANO Y EN LA PRIMERA LÍNEA»

    1. Felicitaciones a Bety, vecina y luchadora de toda la vida
      Muchas gracias por tu labor querida Bety , orgullo de tenerte de vecina , GRACIAS, GRA CIAS , GRACIAS ………
      ABRAZO GIGANTE!

      .

  1. Felicitaciones a Bety, vecina y luchadora de toda la vida
    Muchas gracias por tu labor querida Bety , orgullo de tenerte de vecina , GRACIAS, GRA CIAS , GRACIAS ………
    ABRAZO GIGANTE!

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  2. Felicitaciones a Bety, vecina y luchadora de toda la vida
    Muchas gracias por tu labor querida Bety , orgullo de tenerte de vecina , GRACIAS, GRA CIAS , GRACIAS ………
    ABRAZO GIGANTE!

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