SOCIEDAD DE FOMENTO DE VILLA ZAVALETA

Villa Zavaleta es uno de los barrios que componen la localidad de Piñeiro. Está formado por unas 15 manzanas de casas bajas y relativamente modernas, la zona es residencial y no hay fábricas por lo que por sus calles no circulan camiones. Las calles barridas y sin baches llaman la atención del transeúnte. La Plaza José Mármol prolija y arreglada está en el centro de un barrio que no tiene atrasos edilicios. Funciona en la misma plaza la Delegación Municipal, un Polideportivo, el jardín municipal Nº8 y un Centro de Jubilados. Hace 2 años fueron construidas las cloacas y con ellas se fue el único signo de atraso. En Pilcomayo y Paraguay se alza con su planta baja y primer piso, tal vez la razón del buen estado del lugar: la Sociedad de Fomento de Villa Zabaleta y la Biblioteca Popular José Mármol. La primera creada por un grupo de vecinos el 11 de junio de 1933, un año después de la formación del barrio y la segunda, en 1946. «El principal problema que tiene la zona hoy es, como en toda la ciudad, la inseguridad», asegura Roberto Monteleone, que preside la organización vecinal desde hace 33 años.


En la actualidad la Biblioteca es donde se concentra el trabajo de esta entidad. El crecimiento edilicio de la zona hizo que los esfuerzos se concentraran en la organización y ampliación de la Biblioteca que cuenta con alrededor de 250 socios y 15 mil volúmenes de todos los géneros. «Siempre tenemos que comprar novelas nuevas, porque son las que más se retiran», cuenta Monteleone y asegura que se lee mucho en la zona. El movimiento de libros de es de 15 mil retiros anuales. Entre ellos, los de libros de EPB, ESB y Polimodal que los estudiantes pueden retirar durante todo el año con la sola condición de renovarlos todas las semanas y mantener la cuota al día.}


Pero no todo en la zona fue tan tranquilo como ahora. Hubo momentos de lucha y trabajo por el crecimiento barrial como cuando la Plaza Mármol estaba abandonada por el municipio y los vecinos la reconstruyeron y arreglaron hasta lograr que la plaza estuviera en las excelentes condiciones en las que hoy está. Para ello aportaron su fuerza de trabajo y armaron una cooperadora.
Muchas entidades intermedias enfrentaron la impunidad de la última dictadura militar, sobre todo acerca del abandono en el mantenimiento barrial. La Sociedad de Fomento de Villa Zabaleta tiene entre sus méritos haberlo hecho. Reinaba en Avellaneda, el coronel Marcelo Delía, hombre gritón y aficionado a las bebidas alcohólicas. Hasta 1981 funcionaba en el terreno de Humberto 1º, entre Cabildo y Paraguay colindante con la plaza José Mármol, la empresa TALMA S.A. que había quebrado y comenzó a ser desmantelada por gente que ingresaba y se llevaba todo lo que tenía algún valor. Lo que nadie se llevó fueron dos montañas de tierra que estaban contra una pared que lindaba con la calle Paraguay. «Había tres eucaliptos que comenzaron a secarse, entonces decidimos tomar una muestra de la tierra», cuenta Monteleone. Los análisis estuvieron a las 24 horas y el resultado confirmó las sospechas: había en la tierra óxido de plomo, arsénico y otras sustancias químicas. El agravante era que los chicos entraban a jugar a los terrenos de la fábrica y se los podía ver en las montañas de tierra.

Resultados en mano, los integrantes de la comisión directiva fueron a ver al secretario de gobierno para solicitar que se retiraran las montañas de tierra contaminadas, Desde el municipio dijeron que sí pero que iban a hacer los análisis de las muestras ellos. «Al otro día vinieron, recogieron las muestras y luego no supimos más nada por meses», cuenta Monteleone. Cansados, decidieron hacer la denuncia en los medios de comunicación. Con esta acción, no obtuvieron respuestas, más allá de una prohibición de entrar a la municipalidad. Corría agosto de 1982 y la dictadura languidecía.


Con la democracia, también llegarían las soluciones. Fue el intendente Luis Sagol quien traería las respuestas a las inquietudes de los vecinos. En poco tiempo, la tierra contaminada fue retirada y llegarían el Polideportivo, el jardín de Infantes y la delegación. La lucha vecinal tuvo sus frutos concretos en mejoras para el barrio de la mano de una Sociedad de Fomento, cuyos integrantes no tuvieron miedo en los momentos más oscuros del país.

Acerca de Hernán Bravo

Director y fundador del periódico La Voz de Piñeiro desde 2003. Técnico superior en Periodismo egresado de TEA en 1998.

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