La llamada policial en la madrugada del 5 de octubre de 1977 cambió para siempre la vida de Liliana Randazzo. Entonces tenía 19 años y el país vivía bajo la peor dictadura jamás conocida. Piñeiro volvía a ser el escenario de otra masacre del Terrorismo de Estado. Esta vez en el barrio de Villa Pobladora. En un galpón ubicado en Tuyú y Uruguay la policía Federal asesinaba a 6 personas. Entre ellos, los dueños del inmueble Osvaldo Randazzo y su hijo Norberto, padre y hermano de Liliana. El caso fue publicado en la sección policiales de los medios de comunicación nacionales con un guión escrito para no ser creído.
Como rara vez sucedía, la noticia apareció el 5 de octubre en los diarios con la foto y el nombre de los asesinados. La información trascendió a través de una conferencia de prensa celebrada por los comisarios Roberto Marturano y Héctor Sande. Las víctimas fueron Norberto y Osvaldo Randazzo, Juan José Turiaci, Rubén Leporace, Horacio Alonso y Domingo Lotártaro. La versión oficial de los hechos sostuvo que tras una investigación, la policía había dado con los captores secuestradores de una mujer empresaria secuestrada en los bosques de Palermo, cuyo nombre no fue difundido.
Siempre según la versión policial, al ser descubiertos los secuestradores se escondieron en el galpón y tras un intenso tiroteo fueron abatidos sin provocar heridos entre las fuerzas policiales. Dentro del galpón, en una habitación acondicionada para ese fin la policía encontró a la mujer y el vehículo y las armas que se utilizaron en el secuestro. La versión policial indicó que los secuestradores pertenecían a una organización ítalo argentina que había pedido 3 millones de dólares de rescate.
La pesadilla continúa
A los cuatro meses Liliana Randazzo y Beatriz Escaín de Randazzo fueron detenidas por la policía, acusadas de encubrimiento y en un primer momento fue negada su detención a familiares y abogados que intentaron ubicarlas. Tras cuatro días de detención fueron liberadas y se les inició una causa de la que resultaron absueltas años más tarde en 1981. La policía buscaba las llaves de otros vehículos pertenecientes a la familia.
Los Randazzo se dedicaban al transporte de aceite vegetal y en ese galpón de Villa Pobladora guardaban los camiones utilizados para ese fin. En los primeros días de mayo de 2014, Liliana Randazzo hizo la denuncia formal en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación por el asesinato de su familia en Villa Pobladora. A pesar del paso de los años siguen abiertas las heridas de la dictadura cívico militar en Piñeiro. “Mi mamá nunca pudo superar esa situación y no salió más de mi casa. Yo tuve que salir a trabajar para mantenernos y nunca seguimos con las denuncias porque tuvimos que demostrar que éramos inocentes y teníamos miedo”, aseguró a este medio Liliana.
Las otras víctimas
De Horacio Alonso y Domingo Lotártaro no hay denuncias registradas en ningún organismo de derechos humanos por lo que no hay otros datos. Sin embargo, Juan José Turiaci y Rubén Leporace sí están registrados por la secretaría de Derechos Humanos a través de los Registros de Fallecidos N° 6578 y 6579, respectivamente. Ambos fueron secuestrados en el bar San Jorge, ubicado en Tucumán y Carlos Pellegrini de la Capital Federal, donde iban a encontrarse con un escribano por la escritura de una casa. Según testigos, ambos fueron metidos violentamente en autos policiales. Turiaci y Leporace eran cuñados y a veces trabajaban juntos.
Felicitaciones por la parte histórica que publican está bueno saber de dónde venimos yo te envío una abuela de la calle larralde que falleció a los 105 años cada vez que iba atenderla me contaba de los piñeiro ella era la cocinera te lo relataba también que parecía que estuvieras volviendo al pasado